En cuanto a alergias, la nariz no es la única que sufre. Muchas personas piensan que las manifestaciones de esta afección son goteo nasal, estornudos o congestión, pero no es así. Al amanecer con los ojos rojos, con lagrimeo, picazón y los párpados inflamados, es probable que se esté padeciendo una alergia visual o conjuntivitis. Como medida momentánea, una compresa de agua fría podría aliviar las molestias. No obstante, a largo plazo se requerirá saber qué produce la enfermedad y aplicar un tratamiento adecuado.
Los globos oculares son órganos bastante delicados y sensibles. Cualquier agente que los irrite resultará sumamente molesto. La inflamación, enrojecimiento y la sensación de tener una partícula extraña en la cavidad – una suerte de arenilla que produce picazón al rascar frecuentemente-. Aunque estos problemas pueden causar también visión borrosa, no generan daños permanentes en la vista, en contraste con otras infecciones en los ojos son síntomas similares. Por este motivo, es de suma importancia acudir a una consulta oftalmológica a la brevedad al experimentar alguna de estas manifestaciones.
Causas de las alergias visuales
La tarea del sistema inmune es cuidar al organismo de sustancias dañinas, como las bacterias y los virus. El sistema también posee acción ante las sustancias extrañas, denominadas alérgenos – a la que el individuo es alérgico – que generalmente son inofensivas y no crean ningún inconveniente en la mayor parte de las personas. No obstante, en una persona alérgica el sistema inmune es hipersensible, teniendo reacciones extremas. Cuando existe una alergia visual, la patología empieza cuando la conjuntiva – membrana que cubre la zona interna del párpado y área blanca del ojo – tiene contacto con un alérgeno.
Al intentar contrarrestar lo que considera como un ataque, el sistema inmunológico produce anticuerpos que derivan en la liberación de histaminas y otras sustancias desde el ojo. Esto es lo que desencadena la picazón, el lagrimeo y enrojecimiento, síntomas que pueden ser independientes o ir acompañados con las molestias de la alergia nasal.
Tipos de alergia ocular
Existen dos clases de alergia ocular: la estacional y la perenne, siendo la última la más habitual. La alergia estacional solamente ocurre en algunas épocas del año, donde hay más esporas en el aire (otoño o primavera). Por su parte, la perenne sucede en todo el año. Las causas más frecuentes son la exposición a las plumas, células muertas de la piel de los animales, ácaros del polvo, caspa, cosméticos, perfumes y ciertos fármacos. Sin embargo, si el origen de la enfermedad no es evidente, en muchos casos una prueba de sangre puede arrojarlo con mayor certeza. Es sumamente relevante conocer qué detona la reacción alérgica para poder aislar este elemento.
Los dos tipos de alergia poseen los mismos síntomas, pero se sufren en distintas estaciones y son generados por alérgenos diferentes. La picazón es una manifestación que la mayoría de las veces indica la presencia de una alergia ocular o conjuntivitis alérgica, la que también puede ir con las siguientes molestias:
- Secreción y/o párpados pegados.
- Experimentación de ardor.
- Lagrimeo.
-Visión borrosa.
Cómo prevenir una alergia visual
La medida fundamental es que la persona alérgica intente limitar la exposición al agente que fomenta la reacción. Para conseguir esto, debemos:
- Si el polen es el culpable de la alergia, evitar ir a exteriores cuando la cantidad de este es mayor, generalmente en la mañana o al inicio de la noche. También, prescindir de la utilización de ventiladores, ya que empeoran las crisis esparciendo el polen, el polvo y las esporas en el aire.
- Si hay que salir inevitablemente, usar lentes de sol grandes, a modo de prevenir que el polen entre en contacto con los ojos. Asimismo, al conducir, procurar cerrar las ventanillas del vehículo.
- De ser los ácaros del polvo responsables de la alergia visual, cubrir el colchón y las almohadas con fundas antialérgicas. Asimismo, es importante lavar frecuentemente la ropa de cama con agua caliente. Los colchones que ya tienen muchos años de uso – 10 o más- deben desecharse y adquirir uno nuevo. La mayor parte de los colchones antiguos contienen una gran cantidad de alérgenos.
- Mantener el piso limpio, especialmente sin polvo. Es conveniente limpiar con un trapeador húmedo para remover todas las partículas de polvo, además de pasar la aspiradora o barrer. Si la alergia es grave, es positivo quitar las alfombras y reemplazarlas por pisos de losa o madera. Además, dentro de lo posible, evitar las cortinas de tela, ya que acumulan polvo y humedad.
- Intenta evitar la humedad dentro del hogar para prevenir el surgimiento de moho. Asea la cocina y el baño con una solución que posea cloro, para suprimir la mayor cantidad de moho que sea posible.
- Por último, si la mascota es la que genera la alergia, no debe ingresar al dormitorio. Por ende, es importante que no duerma en tu cama.
Eliminar los síntomas
En muchas ocasiones, no basta con prevenir los desencadenantes de la alergias, por lo que se debe usar fármacos. Estos pueden ser de libre venta o por receta médica. En primer lugar, para aliviar la inflamación y ardor en la zona, se pueden utilizar compresas frías . No te frotes los ojos, ya que los irrita más.
Por otra parte, los enjuagues con agua salina y gotas lubricantes visuales que se pueden adquirir sin la necesidad de tener receta, contribuyen al alivio de los ojos irritados y a quitar partículas de los mismos. En la farmacia también hay disponibles gotas descongestionantes para los globos oculares que quitan el enrojecimiento. No obstantes, algunas pueden arder al administrarlas y no atenúan todos los síntomas. Incluso, al usarlas por un tiempo prolongado, pueden generar un “efecto rebote”, incrementando las molestias.
Los colirios que poseen ketotifen o ketotifeno pueden aliviar las manifestaciones hasta por 12 horas. Estas no producen el efecto rebote mencionado, aunque se apliquen por mucho tiempo. Al refrigerar estos productos, la sensación de alivio al colocarlas será mayor.
